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La ilustración, según Kant, es la capacidad de valerse de la propia razón o entendimiento sin la dirección o tutela de otros. El lema de la ilustración, según Kant, era *Sapere aude*, es decir, «atrévete a saber». Ten el valor de pensar por ti mismo, la valentía de caminar sin muletas. Atrévete a ser sabio y a dudar de lo que dice tu religión, de lo que dicen los pastores, los libros, tus profesores y tus mayores. Es una invitación a pensar por sí mismo y a ser libre, no solo en pensamientos, sino también en acción.

 

Se dice que el ser humano tiene dos etapas: la minoría de edad y la mayoría de edad. Vamos a examinar a qué se refiere Kant cuando dice que la mayoría de los seres humanos permanecen en una minoría de edad. Define la minoría de edad como la incapacidad del sujeto para valerse de su propio entendimiento sin la dirección o tutela de otros. Esta es prácticamente la misma definición de lo que es la ilustración.

 

Así, el individuo que permanece en la minoría de edad no hace uso de su entendimiento, no se atreve a ser sabio y se mantiene en el miedo. Para muchos, la mayoría de edad está establecida por la constitución. En el caso dominicano, se considera menor de edad a todo aquel que no haya cumplido los 18 años. Sin embargo, la minoría de edad no tiene nada que ver con la edad, porque hay personas mayores que, pese a su edad avanzada, nunca han pensado por sí mismas.

 

Un ejemplo de ello podría ser el «viejo León», quien posiblemente nunca ha pensado por sí mismo. Aquí tienes una versión corregida, manteniendo las ideas originales:

 

Su amigo John lo lleva y lo trae, le hace bromas, y él no se da cuenta de que la gente se burla de él. A pesar de esto, tiene valores que le enseñaron, que repite sin cuestionar, como a un niño. Por ejemplo, no tomar lo ajeno ni pedir prestado. Posee una serie de valores que cumple a la perfección, aunque parece un hombre de familia y respetable, sigue siendo como un niño. No es una persona tonta, pero sigue siendo menor de edad.

 

En contraste, hay personas como Duarte, quien desde los 13 años ya pensaba por sí mismo. Según se dice, aunque la historia tiene cierto grado de ficción, desde muy joven pensaba en liberar la república, o más bien en crear una república. Se ofendió, según se cuenta, cuando fue llamado haitiano mientras viajaba a Europa. Este joven, pese a su corta edad, ya pensaba como un adulto.

 

Esto demuestra que la minoría o mayoría de edad no tiene que ver necesariamente con la edad, sino con la disposición a atreverse a pensar por uno mismo. Ser valiente para ser sabio, dejar las muletas y cuestionarlo todo.

 

Aquí encaja perfectamente recordar el mito de la caverna, que aparece en el capítulo 7 de «La República» de Platón. El filósofo griego describe un grupo de prisioneros atados en una cueva, incapaces de ver hacia atrás o a los lados, solo hacia el frente. Detrás de ellos, hay una gran hoguera que ilumina el fondo, como si estuvieran sentados en un cine viendo una pantalla.

 

El fuego proyecta sombras en la pared, mientras entre el fuego y los prisioneros hay un camino por el que pasan personas con ánforas, animales y otros objetos. Los prisioneros escuchan las voces y ven las sombras proyectadas en la pantalla. 

A fuerza de costumbre, creen que esas sombras son la realidad, pues es lo único que conocen. Luego, uno de ellos hace un esfuerzo y se libera de las cadenas, saliendo al mundo exterior. Al principio, la luz del sol lo ciega, y le molesta, como a cualquiera que pasa de la oscuridad a la claridad. Pero hizo un gran esfuerzo para acostumbrarse a ver la luz del sol, hasta que pudo distinguir el verde de la pradera, el amarillo del sol, y el vasto horizonte. Entonces se dio cuenta de que había vivido en un mundo completamente irreal, un mundo de sombras.

 

Como buen educador, intentó regresar a la caverna para decirles a sus compañeros prisioneros que habían estado engañados acerca de lo que era el mundo real. Sin embargo, los que estaban encarcelados y atados no creyeron ninguna de sus palabras, e incluso intentaron atacarlo. Esto mismo pasa con el asunto de la mayoría y la minoría de edad. Las personas que se han acostumbrado a creer en lo que dicen los pastores, sacerdotes, políticos, mayores, profesores y libros pueden no sentirse cómodas cuando alguien que ha ido a la universidad, o que ha recibido una buena educación, les dice que esas cosas en las que siempre han creído no son reales y que hay otra explicación.

 

Podríamos decir que las personas que permanecen en la caverna representan a aquellos que viven cómodamente en la minoría de edad. Aprendieron las respuestas más simplistas a los problemas, y cuando se enfrentan a visiones distintas de las cosas, se resisten, e incluso son capaces de atacar a quien los incita a seguir el lema de la ilustración: *Sapere aude*. 

 

En la República Dominicana, hemos estado viviendo en esta caverna electoral. ¿Quiénes son los que se resisten a un cambio? Precisamente aquellos que más lo necesitan, pero que están apegados a los 200 pesos, el *pica pollo*, algún abono u otros beneficios menores. 

 

Según Kant, la mayoría de edad comienza cuando el individuo desarrolla la capacidad de pensar por sí mismo y toma la decisión de abandonar la tutela mental de sus padres, profesores, pastores, sacerdotes, medios de comunicación, y empieza a tomar sus propias decisiones. Esto es difícil, ya que hay miles de personas que ya no aceptan ciegamente lo que les enseñaron sus padres y abuelos. Sin embargo, las nuevas religiones son los medios de comunicación de masas. Lo que se dice en la radio es lo que se escucha en todas partes al mediodía, por la tarde, y en la noche. Estos son los nuevos tutores.

 

Se podría decir que dejamos la minoría de edad cuando investigamos las cosas que no sabemos sin que nadie nos lo ordene. Siempre repito en las aulas de la universidad: si escuchas una palabra o concepto que no conoces, no te quedes esperando que alguien te lo diga más adelante. Investígalo hasta que lo comprendas. Del mismo modo, debemos cumplir con nuestros deberes sin la exigencia de una autoridad que nos vigile.

 

Siguiendo el caso de los estudiantes, aquel que hace su tarea solo porque el profesor lo exige no está en el camino de abandonar la minoría de edad. Un buen estudiante estudia por sí mismo.Aquí tienes el texto revisado, con correcciones para mejorar la ortografía y coherencia:

 

Si hay una huelga, no le importa, porque tiene los libros y las herramientas para aprender por su cuenta. Al final, lo importante es lo que ha aprendido, no la nota que le ponga el profesor.

 

Debemos aceptar los hechos como verdad solo después de evaluar por nosotros mismos las pruebas materiales y objetivas existentes. Esto es fundamental, ya que tendemos a creer en algo simplemente porque lo dijo un pastor, un libro, la Biblia o una persona a la que le damos crédito. Sin embargo, una persona realmente adulta no acepta ninguna afirmación como válida o verdadera sin pruebas materiales y objetivas, incluso si la autoridad la respalda.

 

Me gustaría citar ejemplos de los estudiantes, cuyas respuestas resultan graciosas. Una vez, un alumno comentó que la mayoría de edad termina cuando una joven, con el permiso de los padres, se casa antes de cumplir 18 años. A la luz del derecho dominicano, eso es incorrecto. Si un joven o una joven se casa sin haber cumplido 18 años, pero con el permiso de los padres, se emancipan, lo que les otorga la mayoría civil. La mayoría civil les da derecho a firmar contratos, y el matrimonio es un contrato. Para casarse legalmente, deben recibir la autorización de los padres.

 

Más adelante, cuando cumplen 18 años, el Estado les entrega una cédula de identidad y electoral que les permite votar y ser elegidos, alcanzando así la mayoría política. En otros países, la mayoría política se obtiene a los 21 años, pero generalmente es a los 18. Esta es una definición que puede parecer graciosa.

 

Otra vez, un señor de cierta edad que volvió a estudiar en la universidad dijo: “Profe, la mayoría de edad comienza cuando al varón le salen barbas, la voz se le pone grave, le crecen pelos en las axilas y la zona pélvica, comienza a tener erecciones y se interesa por las mujeres. A las hembras les llega la menstruación y pueden salir embarazadas”. Esto es muy gracioso, pero tiene algo de razón, ya que puede llamarse «mayoría de edad biológica».

 

Nadie puede negar que la biología señala algo cuando estos signos se manifiestan. En un niño, la voz se vuelve más grave alrededor de los 12 o 13 años, le crecen pelos en las axilas y el vello púbico. En las mujeres ocurre lo mismo. Esta es una etapa en la que la biología marca la madurez, ya que, a partir de ese momento, el joven puede embarazar y la joven puede quedar embarazada.Aquí tienes el texto corregido para mejorar la ortografía y coherencia:

 

Así, en términos biológicos, es una mayoría de edad. Me resulta graciosa esa expresión. Otra perspectiva es que dejamos la minoría de edad cuando tomamos nuestras propias decisiones de manera consciente. Es importante recalcar que deben ser decisiones conscientes y responsables. Alguien que ha alcanzado la mayoría de edad nunca se excusa tras tomar una decisión; es consciente y sabe que las consecuencias de sus decisiones le pertenecen.

 

Por eso decimos que actúa conscientemente. Es lamentable, pero también puede decirse que la mayoría de edad comienza en el momento en que empezamos a generar nuestras propias ideas y a evaluarlas racionalmente. Esto podría suceder desde una edad temprana, pero también podríamos morir sin llegar a ese punto, ya que hay personas que, con el paso de los años, siguen repitiendo las mismas ideas sin cuestionarlas.

 

Finalmente, podríamos decir que la mayoría de edad comienza cuando actuamos públicamente por mandato de nuestra propia razón, no por miedo, amenaza o deseo de recompensa. Aquí deberíamos preguntarnos si, cuando asistimos a protestas, lo hacemos por mandato de nuestra propia razón, por miedo, para impresionar a otros, o porque realmente creemos en la causa. Es algo que cada uno de nosotros debe preguntarse.

 

Otro punto que debemos analizar es el uso público y privado de la razón. Muy pocas personas comprenden claramente qué es el uso público y qué es el uso privado de la razón. Todos nosotros estamos obligados a hacer uso público en algunos momentos y uso privado la mayoría del tiempo. Aquí tienes el texto corregido para mejorar su coherencia y ortografía:

 

Consideremos entonces qué significa realmente hacer uso público de la razón. Es cuando empleamos nuestro propio entendimiento y expresamos nuestras ideas abiertamente. Kant señala que esto debe hacerse con calidad de experto, ya que no se trata de que cualquiera pueda decir lo primero que le pase por la cabeza, sin que sea una idea elaborada, sino simplemente una creencia o una emoción.

 

Hacer uso público de la razón implica un pensamiento estructurado y bien elaborado. Pongamos algunos ejemplos: el profesor, el sacerdote o pastor, y el político.

 

El profesor hace uso público de la razón después de exponer los contenidos establecidos en el programa de la asignatura de la institución para la que trabaja. En su calidad de experto, expresa sus propias conclusiones mediante la oralidad, ya sea en conferencias, publicaciones de artículos o libros. Es importante destacar que hacer uso público de la razón no significa que el profesor pueda ignorar los contenidos del programa. Primero debe cumplir con ellos, y luego, en calidad de experto, puede criticarlos, pero nunca cambiarlos. La mejor manera de hacer un uso público de la razón es publicando artículos o libros que cuestionen o critiquen los puntos que considera erróneos en el programa, la asignatura o el enfoque.

 

El sacerdote o pastor hace uso público de la razón cuando, en un concilio entre pastores, se hace una reunión de iguales. En esta reunión, todos pueden expresar abiertamente sus opiniones sobre aspectos doctrinales. En su calidad de expertos, pueden escribir un libro y presentar sus propias ideas y conclusiones, aunque sean divergentes con la doctrina de su iglesia o con alguna de sus prácticas.

 

Por ejemplo, en temas como el aborto, la eutanasia o el matrimonio entre personas del mismo sexo, un sacerdote, tras conocer la posición de Roma (que prohíbe el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo y no tolera la eutanasia), no puede dar sus opiniones desde el púlpito. Aquí tienes el texto corregido para mejorar la coherencia y la ortografía:

 

Mientras hable en nombre de la iglesia o desde sus espacios, debe hacer un uso privado de su razón. Si quiere hacer un uso público, puede escribir un libro o, sencillamente, salirse de la iglesia. Esto también aplica a los pastores que pertenecen a una congregación. Cuando la congregación decide qué se predica y qué no, el pastor está obligado a acatarlo. Si no lo hace, él mismo se excluye, porque será apartado de la congregación.

 

Recientemente hice un video sobre el caso de una persona que trabajaba en Claro y se vio envuelta en un escándalo relacionado con la Junta Central Electoral. La institución que había contratado sus servicios lo despidió. En su calidad de técnico experto, en lugar de informar directamente a Claro o a la Junta Central Electoral, llamó a un amigo y le dio la información, lo que desató un conflicto. Lo despidieron de la empresa, y con razón. Cuando trabajas como técnico para una empresa, estás obligado a no divulgar sus secretos. No estás ahí para actuar como ciudadano o agente político, sino como servidor de la empresa.

 

Imagina una situación más delicada, en caso de guerra, por ejemplo, debido al mal uso de la información confidencial. Esta persona hizo un uso público de la razón cuando debería haber hecho un uso privado, y ahora intenta presentarse como un héroe. Sin embargo, no hizo lo que era necesario para serlo. Debió renunciar a su puesto en Claro para denunciar lo que sabía, justificando así su accionar como técnico. Esto habría dado legitimidad a su historia. De lo contrario, nadie puede tomarlo en serio.

 

Aquí tienes el texto corregido para mejorar la coherencia y la ortografía:

 

Otro caso interesante que vale la pena analizar sobre el uso público y privado de la razón es el de un cabo de la policía que se presentó a una manifestación en la plazoleta de la bandera, con su uniforme y arma reglamentaria.

 

Al estar en la policía, sabía que esta es una institución jerárquica, donde hay un jefe y todos los que están bajo su mando se rigen por rangos. Al asistir a la manifestación con el uniforme, estaba usando su posición como representante de la institución. Se unió a un grupo de manifestantes y, aunque aparentemente todo salió bien, parece evidente que todo esto fue preparado, ya que un acto así podía generar confusión y agravar la situación.

 

Al unirse a la multitud con su uniforme y su arma, múltiples cosas pudieron haber sucedido. Afortunadamente, no ocurrió nada, quizás porque entre los manifestantes no había agentes infiltrados. Sin embargo, en una manifestación siempre existe el riesgo de que fuerzas externas se infiltren. Imaginen que hubieran desarmado a ese policía y comenzaran a disparar con su arma; hubiera sido un caos.

 

Si quería hacer uso público de su razón, no debió ir con su uniforme ni su arma. Debió renunciar a la policía primero y luego unirse a los manifestantes como civil. Lo que ocurrió sugiere que tenía la intención de llamar la atención de la prensa y crear un impacto mediático.

 

¿Qué debería hacer la policía en estos casos? Seguramente, lo primero es investigar el asunto y, si las reglas lo indican, sancionarlo. Aunque tiene derecho a protestar, él sabía lo que hacía. Si estás en una institución, debes respetar sus reglas, hablar en su nombre y hacer uso privado de tu razón.

 

Otro caso que debe analizarse es el de los militares, similar al de la policía, pero con una formación más avanzada. Mientras actúen o hablen en nombre de la institución, deben hacer uso privado de su razón. Solo pueden hacer uso público cuando, en calidad de expertos, escriben un libro o artículo o se expresan en conferencias o cátedras.

 

Un caso reciente es el de un general de la policía. Durante el debate sobre la reforma policial, publicó un artículo exponiendo opiniones contrarias a las del jefe de policía de ese entonces. La publicación se difundió rápidamente en medios digitales, y el general fue sancionado y separado de la policía por hacer uso público de su razón. 

 

Aquí tienes el texto corregido para mejorar la coherencia y la ortografía:

 

Si deseaba expresar su opinión como experto, debió hacerlo en un libro o conferencia, con la perspectiva de un académico, no como un miembro activo de la institución. Su comentario se viralizó, como suele decirse ahora. Aquellos que, en su calidad de expertos, deciden hablar públicamente deben tener cuidado de no hacerlo de manera que comprometa a la institución para la cual trabajan. Si se ven obligados a tomar medidas, estas pueden perjudicar al que hizo uso público de su razón por el medio inadecuado.

 

También pudo haber expresado su opinión en un plano más horizontal, en una reunión de oficiales convocada para discutir esos puntos. Lo que dijo en el artículo, si lo hubiera expresado allí, podría haber sido discutido internamente sin necesidad de hacerlo público. De esta forma, el jefe de policía o el presidente de la República, si correspondiera, no tendrían otro remedio que separarlo de la institución.

 

Es como el caso del general que fue acusado de estar involucrado en la muerte del profesor Narcisazo. Un individuo de una organización lo acusó y él desafió al presidente públicamente, diciéndole: “O se va fulano o me voy yo”. No puedes, siendo subalterno de alguien y mucho menos de un presidente, ponerlo en esa situación porque, aunque el presidente quisiera apoyar a fulano, la confrontación te obligaría a actuar.

 

También es importante saber que puedes expresar tu opinión cuando estás en un grupo de oficiales discutiendo cuestiones internas de la institución, como por ejemplo, si se debe permitir el ingreso de homosexuales y lesbianas al ejército. Si estás en una reunión destinada a decidir o analizar eso, entonces debes expresar tu verdadera opinión. Una vez que la institución toma una decisión, no tienes más opción que asumir lo que se ha decidido. Esto es lo que se llama jerarquía y hacer uso privado de la razón mientras perteneces a una institución.

 

Finalmente, una pregunta eterna que siempre me viene a la mente cuando leo este tipo de textos es si la informática ha contribuido a la emancipación del hombre, a nuestra liberación, a nuestra ilustración, permitiéndonos pensar más libremente. Voy a decir algunas cosas halagadoras sobre la informática, pero no se confundan.Aquí tienes el texto corregido para mejorar la coherencia y ortografía:

 

La informática ha hecho la vida tan cómoda que la mayoría de nosotros hemos olvidado las reglas ortográficas básicas. Hemos olvidado cómo se escribe «desarrollo» con doble ‘r’, dónde se pone la tilde en «aceite», entre otras cosas.

 

Y así sucesivamente. Hay personas que confían en que el corrector del procesador de texto haga el trabajo por ellos y no reconocen su culpa. La informática ha contribuido a que no ejercitemos la memoria, porque almacenamos todo en dispositivos electrónicos. Antes solía recordar varios números telefónicos; ahora, apenas sé el de mi madre, y tal vez el de la casa. Hoy en día, muchas personas confían en sus dispositivos electrónicos para almacenar toda la información, y cuando pierden el teléfono, se vuelven locos buscando qué hacer, sin haber guardado nada en la nube.

 

Quisiera mencionar el mito de *Theuth* y *Thamus*, que puede ayudarnos a comprender cómo Platón se anticipó a lo que sucede actualmente. El mito cuenta que Theuth, una especie de inventor y dios, presentó al faraón Thamus un invento maravilloso: la escritura. La propuso como remedio para la memoria y para prolongar la sabiduría humana, diciendo que con este instrumento, las personas podrían escribir todo lo importante sin necesidad de recordarlo, preservando la sabiduría de generaciones.

 

Sin embargo, Thamus le respondió que la madre que da a luz no puede juzgar la belleza de su hijo, porque está predispuesta. Señaló que la escritura solo haría que las personas creyeran ser sabias sin serlo, ya que confiarían en el escrito en lugar de retener nada en su memoria.

 

Eso es lo que nos pasa hoy. Con la informática en nuestras manos, como en los teléfonos que funcionan como calculadoras y están conectados a bases de datos amplísimas, nadie se preocupa por aprender, pues Google lo dice todo. ¿La informática nos ha emancipado o nos ha hecho más dependientes de ella? Cuando no hay internet, realmente nos sentimos perdidos, porque muchos dispositivos que usamos a diario dependen de ella.

 

La informática nos ha liberado del trabajo arduo; hay vehículos que se manejan solos y lavadoras inteligentes. Es inmenso lo que ha hecho por nosotros y lo agradecemos. 

Sin embargo, no nos ha liberado para pensar por nosotros mismos, sino solo del trabajo físico. Al final, nos ha hecho mucho más dependientes de ella.

 

3 [Música]: ¿Puede la informática contribuir a mi pregunta final? En ese sentido, ¿puede la informática contribuir a la emancipación de los seres humanos? Evidentemente, sí, definitivamente puede. Hay muchos jóvenes que conozco en la universidad y en los colegios que utilizan la informática. Además, la facilidad que da la informática para desarrollar y expandir todo su potencial intelectual es notable. Hay muchos muchachos que dicen en Dublín, en la escuela y en la Universidad de Ocre, «Wikipedia o calefones», porque dedican su tiempo a eso. Están siempre en ello, por lo tanto, la informática puede contribuir realmente a emancipar. Personalmente, estoy agradecido con la informática. A veces puede atraparme con su comodidad, pero trato de darle el uso más racional para aprovechar todo lo que ofrece: conferencias, debates, libros, de todo. Así que, sí, la informática puede contribuir, aunque no creo que haya contribuido tanto todavía.

 

Otra pregunta que surge es la siguiente: ¿Tenemos los seres humanos la predisposición natural a servirnos de nuestra propia razón? Muchos podrían decir que sí, porque el niño, desde pequeño, quiere saber. Por ejemplo, un niño destruye un carrito para ver qué tiene por dentro. Sin embargo, si tuviéramos una predisposición natural, las personas que son idiotizadas por la religión, la cultura, la política, la escuela o los profesores, en algún momento deberían manifestar esa predisposición natural para pensar por sí mismos. Pero lo que vemos es lo contrario: hay personas que pasan la vida repitiendo las mismas estupideces y no hay forma de hacerlas cambiar. Nunca razonan por sí mismas y nunca lo harán.

 

Por otro lado, hay quienes se benefician de la formación o tienen la inquietud de buscar el saber en su juventud, pues la edad en sí misma no hace sabio a nadie. El tiempo solo agudiza la sabiduría de quien alguna vez la tuvo. Aún así, algunos se aferran a su estupidez desde jóvenes, siguen siendo estúpidos de adultos y mueren en la misma condición.

 

Creo que no hay una predisposición natural a servirnos de nuestra propia razón. O bien, si existe tal predisposición, entonces la educación es tan fuerte que la anula. De otra forma, esa predisposición debería manifestarse en algún momento. A continuación, el texto corregido para mejorar su ortografía, coherencia y fluidez, respetando las ideas del autor:

 

Dejemos esta cuestión para otro momento y sigamos con la siguiente pregunta: ¿Kant?

 

La pregunta aquí es si la humanidad avanza hacia su mejoramiento. Kant supone que existe el progreso y que la sociedad va avanzando. Yo diría, en conclusión personal, que la humanidad ha avanzado, pero no de forma automática. Es posible retroceder, y creo que lo que estamos viviendo en la República Dominicana es el mejor ejemplo. Muchos de nosotros, con la edad y la formación que tenemos, pensábamos que lo que ocurrió el pasado 16, el domingo anterior, era algo superado. Creíamos que ya teníamos un sistema democrático sólido, sin retrocesos, pero nos equivocamos.

 

Para ser franco, estuve mucho tiempo en el PLD, quizás desde los años 90. Pensé que, en ese partido donde deposité tantas esperanzas para el progreso del país, jamás se vería algo como lo que pasó. Lo esperaría de cualquier otro grupo, pero no del PLD. Sin embargo, sucedió. No me sorprendió porque sé de lo que son capaces mis antiguos compañeros. Al ser una pequeña burguesía, como describe el profesor Guapos, están dispuestos a hacer lo que sea para mantener el control de los empleos y los ingresos que ofrece el gobierno.

 

Hoy producimos más, es cierto, y hay menos guerras. Sin embargo, hay más violaciones de niñas, niños y adolescentes. Quizás antes no se reportaban como delitos. Los datos estadísticos de hoy lo evidencian. Tenemos mejor servicio de salud y acceso a tecnología, como teléfonos inteligentes. Hemos avanzado, pero eso no significa que avancemos de manera automática y lineal. Podemos retroceder, y la suspensión de las elecciones o el intento de fraude es un ejemplo de ello.

 

La humanidad ha avanzado, pero no necesariamente de forma lineal. Los estadios superados no garantizan que no podamos regresar a ellos. Podríamos retroceder. Kant también pregunta si es realmente cómodo no estar emancipado, es decir, no ser libre. Al respecto, podría decirse que sí, porque disfrutamos más de la vida cuando somos jóvenes y no tenemos que trabajar. Podemos dormir hasta tarde, ver películas, salir de fiesta y recibir todo: comida, ropa, internet. 

 

Por otro lado, no es cómodo depender de alguien, ya que el día menos pensado podrían dejarnos en la calle. Si el padre nos paga el teléfono pero fallece o nos echa de casa, no sabremos cómo ganarnos el sustento. No es cómodo depender de otros. Es mejor tener pocas cosas, pero que sean propias. Además, cuando la persona que nos mantiene muere, nos deja desamparados si no sabemos cómo hacer nada.

 

En conclusión, no es cómodo depender de otros. Nunca. Aunque sea difícil independizarse, es mejor. Si vives solo y te mantienes solo, sabes con qué cuentas y te vuelves responsable y autónomo.