Prof. Eulogio Silverio frente a la obra del maestro Manuel Toribio.
En sus reflexiones sobre la esclavitud, Aristóteles sostiene que hay hombres que, al poseer el logos, la razón o el entendimiento, son libres y no pueden ser instrumentalizados. Por otro lado, afirma que hay individuos carentes del logos, la razón o entendimiento, que pueden ser instrumentalizados y sometidos a la esclavitud.
A partir de estas premisas, podemos deducir que, para Aristóteles, la dignidad humana depende de la racionalidad y la libertad del individuo. Aquellos que poseen la capacidad de razonar y son libres gozan de una dignidad que los protege de ser instrumentalizados como meros objetos o herramientas. Por lo tanto, aunque Aristóteles no abordó directamente el concepto de dignidad, sus ideas sobre la naturaleza de la esclavitud permiten inferir una concepción de la dignidad basada en la racionalidad y la libertad humana.
La concepción de Aristóteles sobre la esclavitud debe ser entendida como un producto de su época. Sin embargo, no deja de tener consecuencias interesantes si la aplicamos a situaciones actuales como los casos de enajenados mentales, el nasciturus o una persona en estado de coma prolongado.
Cabe destacar que esta concepción de la dignidad humana es androcéntrica y presenta fuertes rasgos de misoginia, al desconocer el papel central de las mujeres en la humanidad.
En cuanto a la situación de dignidad de las mujeres en la concepción de Aristóteles, debemos decir que, aunque expresó que las mujeres son poseedoras del logos, la razón o el entendimiento, también afirmó que, al ser emocionales como son, deben ser guiadas por un hombre, con lo cual desconoce su dignidad, al carecer estas de libertad.
