El espíritu del león de Nietzsche y el sujeto revolucionario

Prof. Eulogio Silverio frente a la obra del maestro Manuel Toribio.

“…Siempre he identificado el espíritu del león con el revolucionario, el que niega la tradición. …Recuerda que cuando Nietzsche estaba en su apogeo, también lo estaban el anarquismo y la emergencia del socialismo. …Entonces, es el tipo que quiere romperlo todo, al Estado, rebelarse contra todo.” Bao Radio. (Año). Conversaciones de la Caverna – Friedrich Nietzsche [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=EoU061WJxi0

Interesante reflexión la que Edickson y Leonardo presentan en esta entrega de “Reflexiones desde la caverna”. Me llamó la atención que Edickson comparara al sujeto de la segunda transformación del espíritu con el sujeto revolucionario. En muchas ocasiones, me vi tentado a entender la transformación del espíritu en león como preludio al advenimiento del sujeto revolucionario. Esto es así porque el león se rebela contra los valores y normas impuestas por la sociedad y la tradición. Este espíritu es valiente y desafiante, dispuesto a luchar contra las fuerzas que intentan imponerle sus valores, capaz de romper con ese espíritu de borrego y todas las reglas establecidas, que no acepta imposiciones de nadie, que establece sus propias fronteras. Pero cuando leemos que el propio Nietzsche expresa que el león no es capaz de crear valores nuevos, inmediatamente nos damos cuenta de que no puede ser el sujeto revolucionario que anuncia el socialismo, por que como muy bien señala Leonardo, el espíritu de león se parece más al nihilista o  a un anarquista.

Nietzsche dice que para el juego de la creación, el espíritu debe transformarse en niño. Tal y como expresa Edickson, este es inocencia y olvido, una rueda que echa a andar, un santo decir sí, un creador auténtico, un ser que carece de reglas, porque en él, contrario al león, no existe el desierto, no existe el pasado, tampoco le importa el futuro, solo el presente vive en él. Este ser inventa sus propias reglas y es capaz de cambiarlas a voluntad.

El sujeto revolucionario no actúa como individuo, él es colectividad, él es conciencia de clase, él forma parte de una ideología que lo vincula a todos los sujetos en su condición. Este sujeto se rebela contra las estructuras de poder existentes, sobre todo las estructuras de clase en una sociedad. Pero no solo desafía las estructuras de poder, también trabaja para derrocarlas y reemplazarlas con un nuevo sistema social y económico basado en la igualdad y la justicia social. Como podemos ver este sujeto es capaz de crear valores nuevos, contrario al espíritu de león. 

Podríamos decir que tanto el león como el sujeto revolucionario comparten un espíritu de resistencia y desafío a las estructuras de poder existentes. Pero la finalidad es distinta. El león busca la libertad individual, no se preocupa por el mundo y sus problemas, solo importa el yo y su bienestar. El sujeto revolucionario, al menos en la teoría, busca la transformación colectiva de la sociedad para lograr la igualdad y la justicia social.

Prof. Eulogio Silverio

Director Escuela de Filosofía -UASD