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Prof. Eulogio Silverio

Prof. Eulogio Silverio

El profesor Gustavo Bueno, creador del materialismo filosófico, en una de sus interesantes teselas, aborda el tema de la mentira política y en esta ocasión empieza dando lectura a un fragmento de Diódoto, donde afirma que “…hasta un orador que desee decir qué es mejor, deberá mentir a la multitud para que ésta confíe en él, y que es imposible beneficiar a la ciudad, y solo a la ciudad, sin engañarla.” 

Según el profesor Bueno, lo que tiene mayor importancia de esta afirmación, desde “…el punto de vista de la filosofía política es no ya la constatación de que, de hecho, mienten los políticos, sino que es necesario que mientan, para llevar a cabo su trabajo, su función de políticos”.

En ese mismo orden de ideas, Platón afirma que el político es un pastor de rebaños sin cuernos y que su principal instrumento es la palabra, precisamente, el instrumento para engañar, por excelencia. Aconseja que los matrimonios entre los jóvenes se realicen mediante sorteos, que desde el punto de vista formal parece equitativo, en tanto las parejas se formarán de manera aleatoria, pero resulta que todo es una falsa, porque aconseja Platón que los jueces deberán elegir previamente las parejas que de acuerdo a sus criterios “puedan considerarse más fértiles y más compatibles”.

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 Otra mentira política aconsejada por Platón en “La República”, es enseñar entre la población que las distintas clases sociales existentes son producto de la calidad de sus almas. Resulta evidente que el filósofo está creando los fundamentos ideológicos para justificar la división social existente. 

Obra de Eulogio Silverio

Ante tal propuesta, aquellos que habían nacido con un alma con calidad oro, filósofos y sacerdotes, tendrían el derecho y la obligación de gobernar. Los de calidad plata, estaban destinados a la defensa de la ciudad, los guardianes. Finalmente, los de calidad hierro, barro o bronce, tendrían sobre sus hombros el trabajo de producir todos los bienes necesarios para el bienestar del Estado, artesanos y campesinos.

Como es de todos conocido, en la propuesta de Platón no se menciona a los esclavos, porque estos no eran considerados parte de la estructura social de su época. Aristóteles, posteriormente, llamaría a los esclavos, nada más y nada menos que animales parlantes. 

Desde el punto de vista de Platón, la mentira política para obtener y mantener el poder se justifica, porque si el gobernante, el pastor que gobierna el rebaño sin cuernos, no recurre a las mentiras políticas para legitimar sus acciones, para mantenerlos calmados y conformes, las sociedades vivirían en estado de convulsión permanente. 

Este enfoque positivo de la mentira política, constituye, en sí mismo, un aporte importante para la comprensión de la mentira en general y de la mentira política en particular. Por cuanto desde Parménides y todas las concepciones metafísicas posteriores de la mentira, asociaron la  mentira al no ser, a lo negativo, a lo malo y a la verdad al ser.  Sin embargo, resulta un hecho fácilmente comprobable que la mentira en general tiene una función de primer orden, tanto para la supervivencia de la especie, como para mantener la armonía social. 

Si echamos un vistazo al proceso de desarrollo de las identidades de los pueblos encontraremos que cada grupo ha elaborado su propio mito fundacional, basado en la mayoría de los casos en mentiras o exageraciones, donde se representa al pueblo con un pasado glorioso. Una de las mentiras más conocidas, en ese sentido, es la del pueblo hebreo, que se ha atribuido ser, nada más ni nada menos, que el elegido de Dios.  

Obra de Eulogio Silverio

El profesor Bueno señala otra mentira política que ha tenido una importancia extraordinaria “…la famosa “donación de Constantino”, una superchería urdida por el Papa Esteban II, por los carolingios, según la cual, el emperador Constantino habría dado el Imperio a la Iglesia.” Esta estratagema determinó los acontecimientos históricos de mayor trascendencia en las sociedades occidentales. La disputa entre España y Portugal por el derecho a poseer, gobernar y explotar las tierras del continente americano fue resuelta por un papa, cuya autoridad para repartir el mundo provenía de aquella mentira, y, con esa autoridad, trazó una línea que dividía en dos partes el nuevo mundo entre Portugal y España.

Siguiendo a Platón, el profesor Bueno clasifica la mentira en formal y material. La mentira formal se produce cuando el sujeto manipula la realidad, que él conoce, con la finalidad expresa de engañar. La mentira material se constituye como una expresión de un pensamiento sincero que realmente cree quien miente, pero que está diciendo mentiras objetivas, aunque subjetivamente esa mentira no sea tal. Este sujeto asume o interpreta como verdadero un dato o una información y desde ese momento la difunde, la defiende y la promueve, pero sin la intención de engañar. 

La definición que ofrecen Platón y el profesor Bueno sobre la mentira material, pienso que no se corresponde con la propia definición de mentira que sustentan. Lo que configura la mentira es conocer, ocultar o manipular lo que se conoce, con la intención de engañar a otros sujetos y en la mentira material, sencillamente, el sujeto ha caído en un error cognitivo, podría tratarse de un ingenuo, un inexperto, un imbécil, un tonto.

Afirma Platón que el mentiroso formal es superior al mentiroso material, porque la inteligencia del primero, por lo menos, se ejercita manipulando y ocultando la verdad, en tanto que el mentiroso material podría ser un tarado, un tonto, un débil mental, alguien incapaz de comprender y descodificar la realidad de manera adecuada. 

Al respecto, el profesor Bueno apunta hacia un tipo de mentiroso mucho más interesante que el mentiroso formal y material, este nuevo tipo de mentiroso es el vidente o visionario. 

El vidente o visionario es el sujeto que inventa una mentira, que él mismo termina creyendo. Este sujeto, convencido de la «verdad» de su mentira, comienza a actuar como si esta fuera una verdad incuestionable. Actitud que, en muchos casos, logra persuadir y convencer a otros de su supuesta verdad. Cuando este tipo de mentiroso logra convencer al primero, otros se van sumando poco a poco hasta lograr, casi siempre, materializar aquel divareo original del mentiroso. Algo parecido a la profecía autocumplida. Llegado este punto, nuestro mentiroso se ha convertido en vidente o visionario. 

Moisés, Jesucristo y Mahoma son tres grandes mentirosos que se convirtieron en videntes o visionarios. Cuando comenzaron a predicar sus ideas fueron consideradas propias de verdaderos lunáticos, pero dado el convencimiento que mostraban estos personajes, unido probablemente, a la necesidad de sus respectivos pueblos de creer en algo que le brindara algún aliciente a sus padecimientos, o quizás una guía hacia metas superiores, se convirtieron en visionarios.

En una próxima entrega analizaremos las mentiras políticas que han utilizado, los tres últimos rectores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)

14 Comments

  1. Omar Garabito diciembre 13, 2022 at 11:04 pm

    Es muy interesante la postura del Profesor Bueno y el brillante análisis que realiza en el texto el profesor Silverio, pero entiendo que el concepto o la categoría de mentira pertenece a la ética y no al conocimiento, por lo que yo puedo saber que alguien está diciendo algo falso y eso mo implica que sea un mentiroso. Por consiguiente, Jesucristo, Mahoma o Moisés podían estar en un error, defender una postura falsa y no ser mentirosos porque para saber que algo en está diciendo una mentira tendría esa persona que admitir que está mintiendo. En cuanto a la función de los políticos, pienso que los políticos están obligados a construir relatos que pueden ser ficciones porque necesitan manejar las emociones de la población pero esas ficciones pueden estar comprometidas con la verdad.

    • Eulogio Silverio diciembre 18, 2022 at 1:44 am

      Excelente comentario maestro Garabito
      1. Con relación al primer punto que toca, tal y como había señalado parte esencial de la mentira es que el sujeto tenga conciencia de que está manipulando la información o el conocimiento, la intensión expresa de engañar.

    • Eulogio Silverio diciembre 18, 2022 at 1:45 am

      2. En relación a Jesucristo, Mahoma y Moisés el profesor Gustavo Bueno le llama videntes o visionarios porque de acuerdo a su conceptualización su mentira triunfó. Estos tres personajes, evidentemente, no han probado que sus postulados sean verdades lógicas o materiales, pero sus afirmaciones constituyen hoy una verdad psicológica incuestionable para miles y miles de sujetos.

  2. Humberto diciembre 11, 2022 at 11:44 pm

    El pensamiento filosófico aquí mostrado aún predomina en los corazones de los europeos que consideran sus tierras un jardín y el resto del mundo como una jungla.
    Para ellos seguimos siendo animales parlantes que caminamos en dos patas. Es una época de oro para que América Latina consolide mayor soberanía del resto del mundo. No se trata de estar a favor ni en contra de nadie. Se trata de tener libertar de negociar con quién nos convenga. El nuevo mundo multipolar que se viene forjando es el escenario para ello. La mentira es y será lo más odiado por la conciencia humana. Sin embargo, formará parte del accionar no sólo de los políticos sino de todos aquellos que vean en la mentira una aliada para lograr propósitos. Lo peor es oír una mentira y hacerse complice porque en el fondo se entienda que conviene a los propósitos del grupo al que pertenecemos.
    Como siempre, Eulogio cumpliendo con la meta plantear los temas que desde siempre han sido complejos.

    • Anónimo diciembre 12, 2022 at 12:30 am

      Este es un tema de los que poco se atreven a hablar con claridad, pero todos sabemos que el discurso político y el accionar de los políticos está plagado de mentiras, de promesas que se hacen con el fin expreso de no cumplirlas.
      El poder político se obtiene en la mayoría de los casos en base a la traición, los golpes bajos, las promesas falsas y las medias verdades

      • Omar Garabito diciembre 13, 2022 at 11:00 pm

        Es muy interesante la postura del Profesor Bueno y el brillante análisis que realiza en el texto el profesor Silverio, pero entiendo que el concepto o la categoría de mentira pertenece a la ética y no al conocimiento, por lo que yo puedo saber que alguien está diciendo algo falso y eso mo implica que sea un mentiroso. Por consiguiente, Jesucristo, Mahoma o Moisés podían estar en un error, defender una postura falsa y no ser mentirosos porque para saber que algo en está diciendo una mentira tendría esa persona que admitir que está mintiendo. En cuanto a la función de los políticos, pienso que los políticos están obligados a construir relatos que pueden ser ficciones porque necesitan manejar las emociones de la población pero esas ficciones pueden estar comprometidas con la verdad.

    • Leonardo Araujo Soriano diciembre 31, 2022 at 10:40 pm

      Bueno si el mentir es una filosofía política el mundo completo es una pura mentira porque las palabras son del viento y este se la lleva, mentir es una parte de la filosofía política del hombre o mejor dicho del ser humano

  3. Silvio Genao diciembre 11, 2022 at 10:33 pm

    Esa es la historia de la humanidad. El bajo nivel cultural permite que las masas sean acondicionadas a cualquier cosa que le digan. Einstein lo puntualizo: es más fácil engañar a una persona que sacarla de su error.

  4. Anónimo diciembre 11, 2022 at 9:12 pm

    Muy interesante el texto.
    Espero la sdgunda parte referentd a las mentiras UASDIANAS.

  5. Elisaury Suárez diciembre 11, 2022 at 6:21 pm

    Decía C.S Lewis que con relación a la persona de Jesús, solo hay tres posibilidades a las cuales acogerse, o era un mentiroso, o era un Lunático o era Dios.

  6. Anónimo diciembre 11, 2022 at 5:52 pm

    Ya quisiera leer ese artículo que informa en el último párrafo.

    • Eulogio Silverio diciembre 11, 2022 at 6:01 pm

      Jajajajajaj

      • Anónimo diciembre 12, 2022 at 1:42 pm

        Es cierto, las personas prefieren creer en la nada a no no creer en nada, parece que las personas en sus gran mayoría desean ser engañadas. Sólo así se explica que se produzcan fenómenos como mantequilla, Cristian casa blanca y otros estafadores.
        Uno pensaría que por la obviedad de su estafa nadie caería y resulta todo lo contrario

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